Echando una mirada a Italia en tiempos de coronavirus: Después de casi dos meses de cuarentena, el país empieza a abrirse poco a poco. Con la autorización para poder salir de casa de nuevo, Marco redescubre la simplicidad del ciclismo en su jardín trasero.
La cuarentena ya se ha terminado y por fin podemos salir fuera con la bici.
Quiero decir, soy Marco Fontana y he ido en bici desde que era pequeño. No recuerdo la última vez que no podía salir en bici... quizás cuando estuve lesionado... quizás...
Pero ya ha llegado el momento, podemos salir otra vez en bici:
STOP WATCHING. START RIDING.
Tuve la sensación, después de este periodo en nuestras vidas donde todo se detuvo por un tiempo, de que era momento de ir en bici de manera simple, salvaje, pura.
La RAVEN se sale, tan limpia y molona. Acabo de tunear la RAVEN 8.6 (me encanta la pintura negra) y, por fin, puedo salir a machacar.
Salí de mi casa y me metí por la gravilla al de unos 200 m, después un rápido paseo y ya está, ¡la selva! Detrás de casa tengo senderos sencillos, pero ahora que el tiempo está loco (hace bueno y llueve y vuelve a hacer mucho sol), los colores son espectaculares y el terreno está compacto, con buen agarre y muy rápido... ¡perfecto!
La ligereza, el Cross-Country puro todavía es algo que me encanta y no sólo para competir, si no para ir en bici, desafiándome a mí mismo, a mis propios límites, mi velocidad.
Ir en bici es condenadamente guay.
Me encanta absolutamente todo.