Disclaimer: The rivet on top of the ATLAS fork is NOT intended for mounting a front rack. The rivet is designed for mounting a light and is not meant to withstand higher loads as with a front rack. Please don't use it for that purpose.
La Covid nos ha limitado a no salir del jardín de casa. Ahora que se puede salir de nuevo, queríamos explorar y disfrutar de la vida con largas rutas en otro país. Italia nos llamaba...
Texto por Lion & fotos por Mike
Un año después de la fecha inicialmente programada, con mucha lluvia y muchas carreteras llanas en los Países Bajos, ¡por fin teníamos luz verde para viajar a Italia! Así que hicimos las maletas, hicimos un test de COVID y viajamos a Pisa para hacer una aventura Gravel de siete días con la Crew y nuestras ATLAS. Y, colega, después de no poder salir de los Países Bajos, ¡qué emocionante fue llegar a Italia!
Para esta aventura de siete días, decidimos tener una experiencia backpacking ligera. Yendo en bici de un Bed & Breakfast al siguiente y llevado sólo lo esencial, buscando comida y bebida por el camino. Después de poner a punto nuestras bicis y solucionar algunos pequeños problemas, ¡lo teníamos todo listo para salir! (Consejo pro: ¡Cuando vayas en bici gravel, tráete las zapatillas de gravel!)
El primer día fuimos de Pisa a Collemontanino, parando para comer en la ciudad portuaria de Livorno. Pensamos que sería agradable desviarnos por la playa de Livorno en nuestro camino de Pisa al interior de la preciosa Toscana. Aunque pudimos ver algo del mar, no te recomendaríamos seguir esa ruta, porque la playa estaba totalmente bloqueada por clubs privados y muchas fábricas, además del tráfico alrededor de Livorno. Así que, mejor evitar esa parte.
Después de comer, seguimos la ruta, sin saber qué tipo de caminos íbamos a encontrarnos. La ruta acabó siendo bastante exigente. Atravesamos bosques con muchas pistas empinadas y rocosas. Lion tuvo una caída bastante mala y se puso las sandalias a mitad de la subida. Pero, oye, ¡eso también es parte de la aventura! Llegamos a nuestro primer alojamiento en Agriturismo Le Valli justo a tiempo para la cena. El edificio, las vistas y la deliciosa comida fue la mejor recuperación que podíamos haber soñado. Si estas en esta zona y estás buscando un sitio en el que comer y pasar la noche, ¡te recomendamos este sitio!
Después de una buena noche de descanso y un desayuno de lujo, pusimos rumbo a Siena. El día estuvo marcado por angostas pistas sin asfaltar a través de un interminable paisaje dorado. La primera parada fue en Volterra. Situada en lo alto de una colina, que tuvimos que subir en unos 600 metros, pero que nos recompensó con unas preciosas vistas de los alrededores y un almuerzo insuperable. Tres platos después y con la tripa llena, seguimos nuestra ruta con un serio desafío de "llevar la bici al hombro". Buena música en nuestro pequeño altavoz de viaje y gominolas de crocodilo nos ayudaron a superarlo. Dos horas más tarde de lo planeado llegamos a Castelnuovo Berardenga, a sólo 20km de Siena. El hermano de Martijn y su familia nos sorprendieron con una barbacoa y suficiente Aperol Spritz del que algunxs nos arrepentimos al día siguiente. Por suerte, ¡era el día de descanso!
Tomándonos el tercer día para descansar, nadar y sudar el Spritz, pronto estábamos preparadxs para volver a ponernos en marcha rumbo a Montefiridolfi. Para comer, encontramos por casualidad un bonito y humilde restaruante toscano llamado 'Ristorante A Casa Mia' en el que disfrutamos de una deliciosa pasta y café. Siguiendo nuestro camino a la preciosa Firenze, llegamos a Piazzale Michelangelo, que es famosa por su vista panorámica del centro de la ciudad a sus pies. Para refrescarnos, nos tomamos un helado y seguimos por el Viale Giuseppe Poggi, una preciosa carretera que desciende lentamente al centro de Firenze. Como la ciudad estaba muy traquila (seguramente por las restricciones para viajar), pudimos pasear por la ciudad con nuestras Gravel ATLAS, pasando por los principales puntos de interés de Firenze. Una última parada para tomarnos un aperitivo (¡Roel no quería ni una gota más de Aperol Spritz!) nos pusimos en marcha hasta nuestro B&B en una granja a las afueras de la ciudad, donde nos esperaban Giancarlo, Helene y sus tres cachorros de perro.
CARRETERAS POLVORIENTAS Y CANCIONES ITALIANAS
El quinto día fue caluroso y polvoriento. Muchas paradas para beber agua y coca-cola, además de buenas canciones italianas, nos ayudaron a mantener arriba los ánimos y no perder el buen humor. Cuando llegamos a nuestro alojamiento en Lucca, lo único que necesitábamos era tiempo para descansar. Nuestros bajos niveles de energía decidieron que pasáramos un día más de lo pensado. Pasear por la ciudad (que era encantadora), ver el Tour de France por la tele y comer mucho nos ayudó a subirnos de nuevo a nuestras bicis Gravel. Definitivamente, hay que probar la pequeña heladería 'La Botegga del Gelato'. Nos apasionaron sus helados de melocotón y pistacho salado.
La última etapa de nuestra ruta, desde Lucca hasta Pisa, fue relativamente corta. Pedaleamos a lo largo de un antiguo viaducto, hicimos una parada para nadar en casa de unos amigos de Mike y, de casualidad, acabamos con la mejor parada para comer de toda la semana en 'Vineria Di Piazza' en el centro de Pisa (¿si no lo publicas, ha pasado realmente?).
La semana ha pasado tan rápido y, en un abrir y cerrar de ojos, estábamos en el avión de vuelta a casa. Por ahora, estamos de nuevo en caa para preparar nuevas aventuras y dejaremos que nuestras heridas italianas y las bicis sucias nos recuerden este viaje alucinante. ¡Puedo imaginarme que hagamos un Tuscany Gravel Adventure 2.0 en el futuro!